Fernando y fina llevan saliendo cerca de 5 años y ella solo hace que reclamarle atención y que cumpla con sus expectativas, Fernando en un principio se deja llevar por sus peticiones e intenta cumplirlas lo que más puede hacia las demandas de Fina, aunque Fernando está llegando a un punto en el que está dejando de ser él mismo para satisfacerla. Llegado a un punto de la convivencia Fernando se siente desbordado por tal presión y decide dejar la relación, ya que Fina cada vez que Fernando no cumple con sus deseos se enfada con él y en muchísimas ocasiones incluso está días enteros sin hablarle y disgustada por que él no ha satisfecho sus “caprichos”, con lo que Fernando decide dejar la relación. Por otro lado a Fina le cuesta muchísimo aceptar la decisión de Fernando con lo que insiste en que continúen, pero Fernando se mantiene firme en su decisión y decide distanciarse de ella.
Pasados unos días, Fernando empieza a encajar todo lo que ha ido sucediendo en la convivencia con Fina y finalmente entiende que ha sufrido “maltrato psicológico pasivo”, en primera instancia Fernando solo ve el espejo y la imagen de Fina y se dice a si mismo que “la causa está en el espejo”, sin ver que la causa de lo que le está reflejando esta situación está en él, aunque él todavía no lo ha descubierto.
Pasado un tiempo, Fernando se da cuenta que lo que ha estado haciendo es aguantar, resignarse y complacer los caprichos, expectativas y deseos de Fina y eso se traduce a un “maltrato psicológico pasivo” hacia sí mismo por pensar de ese modo, él se estaba maltratando por obligarse a sí mismo a satisfacer las demandas de Fina.
Cuando Fernando se da cuenta y empiezan a encajar todas las piezas del rompecabezas empieza a sentir una gran paz y libertad interior y a darse cuenta que no había nadie exterior a él que le estuviera “maltratando psicológicamente”, si no que más bien era un reflejo materializado en el exterior de una causa que había en él mismo sintiéndose culpable por lo que sentía Fina cuando él hacía y decidía algo diferente de lo que Fina esperaba de él. También se dio cuenta que Fina tenía cierta obsesión de que él cumpliese con sus demandas, ya que si no eran satisfechas ella se sentía rechazada y abandonada.
Posteriormente y con el tiempo Fernando se da cuenta que la relación que mantenían sus padres era similar a la relación que tenia con Fina, el padre de Fernando le hacía reproches, se enfadaba y se quejaba, e iba de víctima responsabilizando a su madre y pidiéndole con esa actitud que se resignara, aguantara sus enfados y que complaciera sus necesidades y apetencias, la madre de Fernando se sentía “maltratada psicológicamente” por su marido, sin mirar en la causa, en ella misma. Los padres de Fernando nunca se separaron y vivieron juntos durante 50 años, a los 79 años el padre de Fernando falleció y su madre quedo libre aparentemente de su “mal tratador pasivo-agresivo”, no pasó demasiado tiempo para que fueran apareciendo personas en la vida de la madre de Fernando para que le volvieran a reflejar aquello que todavía no había hecho consciente en ella misma, su causa, la de pensar que hay que aguantar, resignarse y complacer ante los enfados, reproches y manipulaciones de otras personas.
RESUMEN: El código de amor de Fina era el de demandar atención. Inconscientemente Fina si no lo demandaba se sentía mal consigo misma, rechazada y abandonada. El código de amor de Fernando era el de darlo, inconscientemente Fernando si no lo daba se sentía mal consigo mismo y entre los dos se complementaban, eran víctimas y verdugos uno para cada cual y su causa es que eran verdugos y víctimas de sí mismos por no hacer consciente lo que había oculto en el reflejo del espejo. Era una “maldición” por la parte de la familia de Fina, que inconscientemente anunciaba “los demás me tiene que hacer feliz” y la “maldición” de Fernando inconscientemente anunciaba “Tengo que hacer feliz a los demás”. Ambos se complementaban.
Una vez que Fernando entendió como funcionaba “la ley del espejo” pudo resolver la causa de la situación presente con la relación con Fina, a la vez y colateralmente también resolvió los pequeños resquicios que le quedaban del código de amor “tóxico” heredado de sus padres. Fernando, finalmente terminó viendo esa situación como una bendición en vez de cómo una maldición.
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