Cuando sientas tristeza, déjala ser, es una excelente oportunidad para que se disuelva en la conciencia.
La tristeza, cómo cualquier otra emoción no es “mala“. Si la etiquetamos cómo “negativa“, entonces ya hemos creado un “problema“ de ello. La tendencia es que en el momento que la etiquetamos cómo “mala“ en ese mismo momento queremos deshacernos de ella.
¿Como voy a estar triste si es malo estar triste? (dice una voz interna) y como cualquier emoción tiene su propia vida alimentada por esa voz y la historia que nos contemos, entonces la tristeza persistirá en el tiempo y permanecerá hasta que deshacemos el juicio sobre qué: “sentir ciertas emociones es malo“ junto con la historia que la sostiene.
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