La insatisfacción está intrínsecamente escondida detrás de cada deseo, ya que estos pueden o no ser satisfechos o realizados, un deseo lleva implícitamente la carencia de aquello que se desea. Por ejemplo, deseo estar en paz, entonces estoy diciendo que carezco de paz. Detrás de cada deseo existe una pretensión a satisfacer lo que se creé que se carece, sin ser conscientes vamos en busca de aquello que deseamos desde la creencia inconsciente de no tenerlo.
Lo curioso es que cuando deshago el deseo de estar en paz, descubro que está la paz y que solo se ocultaba detrás del deseo de estar en paz. Esto parece paradójico, aún así puedo evocar cualquier estado interno que deseo “soltando“ lo que deseo. El deseo actúa a nivel de la mente, siendo este una proyección hacia el futuro, quiero llegar a sentirme en paz y esto me condiciona a buscar un objeto bajo el prisma de la idea que tengo en relacion a algo (físico/mental/emocional) en un tiempo que no es ahora.
Ese es el principio de separación en la mente, entre el aquí y el allí en otro tiempo en el futuro, si se toma consciencia de ello, automáticamente uno deshace el deseo/proyección y la brecha temporal que anteriormente había queda unificada, quedando un estado de paz interior. ¿Si siento paz, cabe la posibilidad de desear estar en paz? Obviamente la pregunta se contesta así misma.
La búsqueda de objetos/personas/lugares/situaciones externos está fundamentada en la creencia que dichos objetos me proporcionaran un estado interno diferente al que se tiene ahora, esto ocurre al querer negar lo que es (emoción desagradable) e ir en pos de algo exterior en el futuro para que me proporcione un estado diferente (emoción agradable) del que se tiene en el presente.
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