Ilusionarse es sinónimo de espejismo mental, un espejismo mental es algo que ves en el horizonte de tu mente, no es real, es una ficción de imágenes y cuando llegues a él, si es que llegas, seguramente no será como tú considerabas, entonces alégrate igualmente por ello. Lo bueno de los espejismos mentales y las desilusiones es que terminan sacando del inconsciente lo que creías te iba a ofrecer felicidad y ahora tu ilusión se ha convertido en una desilusión. Las ilusiones son la consecuencia de proyecciones llenas de esperanza, esperanza quiere decir esperar a que una situacion la cual desde una construcción mental se piensa o se cree que una situacion me ofrecerá algo para sentirme bien, sin ser conscientes que de lo que se huye, es de la emoción previa que sentíamos antes de la proyección/ilusión , cuando la proyección/ilusión no se cumple (se frustra) vuelve a aparecer la misma emoción, la cual ya estaba anteriormente a la desilusión, solo que esta estaba oculta bajo el espejismo mental de ilusión. A partir de ahí pueden suceder dos cosas, que se tome conciencia en que nada en el exterior o futuro puede ofrecerme nada y por lo tanto tendré que mirar dentro de mi para saber por que estoy sufriendo o por lo contrario culpabilizar a algo o a alguien de mi desilusión/sufrimiento, esta segunda es la garantía para volver a desilusionarte, porque sigues reafirmando que la causa de tu sufrimiento está afuera de ti, por lo tanto volverás a ilusionarte proyectando que algo o alguien te ofrecerá felicidad.
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