Atacar a otros es la estrategia del ego, ya que con el ataque se desvía la atención de su propio dolor por una falta de observación y aceptación de sus emociones. Esto quiere decir que, si ataco el comportamiento o la actitud de aquel que considero a “causado“ sufrimiento en mi, no tendré que responsabilizarse de mi dolor y de lo que ocurre en mi interior, si no que será el otro quien deberá de hacerlo por mi bajo la presión del ataque, de ese modo el ego cree quedar exento de responsabilidades y así puede seguir justificando el ataque y su falta de observación y aceptación de sus emociones. Detrás de todo ello se esconde una falta de honestidad, sinceridad y comunicación con uno mismo y con los demás por el miedo que uno siente de observarse asi mismo y comunicar sus deseos más ocultos, ya que para el ego comunicar sería “desnudarse“ interiormente y quedarían revelados los intereses personales.
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