Cuando se ritualizan en exceso los procesos o escenarios espirituales se termina perdiendo la esencia que realmente los motivó y dándole poder a una forma/creencia determinada en la mente. Así se construyen las creencias de un ego espiritualizado que no se aleja demasiado del ego de las formas, la fama y el éxito, el ego espiritualizado es mucho más sutil y será más difícil de detectar. Si quieres descubrir dónde se oculta tu ego espiritualizado deja por un tiempo de ritualizar y si hay resistencias esa será la manifestación del ego, el ego se manifiesta por medio de las resistencias. El ego utilizará cualquier cosa para seguir existiendo y no te darás cuenta, él quiere resaltar y ser especial y le da igual cual sea el medio. Si dices que necesitas sanar algún patrón mental o emocional es el ego el quien habla yendo en busca de una cierta metodología, él se alimenta de necesidad y es esa misma búsqueda en la que se esconde, no quiere ser visto por tu presencia. El ego dice “yo soy espiritual”, “yo soy buena persona”, “yo soy buen hijo”, “yo soy humilde” y así un largo etcétera, el adjetivo detrás del yo es su alimento. El adjetivo crees que te complementa, por lo tanto sientes que no eres completo, por eso nos exaltamos o nos sentimos menos cuando el adjetivo apunta a engordar o minimizar aspectos que creemos que nos definen, si te identificas con alguno de ellos te has limitado, ya que inconscientemente has rechazado el otro aspecto, su polaridad, entonces vives condicionado, te gusta ser buena persona pero rechazas el ser mala persona, te gusta ser complaciente, pero rechazas ser arisco, entonces vas cojo por la vida y los demás querrán de ti el aspecto que a ellos les interesa y beneficia, entonces sentirás que solo quieren y aman una parte de ti, ¿como pretendes que los demás te amen en tu totalidad si tú no lo hace por ti? Entonces exigirás a los demás aquello que tú no haces por ti mismo y los culpabilizarás por ello, ahora ya tienes a un verdugo y le señalarás creyendo que él o ella es la causa de tu sufrimiento, esa es la coartada del ego, responsabilizar a otros de lo que uno hace o no hace por si mismo, esperando que ese otro lo haga por nosotros y si no lo hace, crees sentirte libre y en paz culpabilizandolo a él o ella, ¿de donde proviene esa paz o libertad?, si juzgas a otros para sentirte bien, ¿puedes sentirte en paz y libre en su totalidad? seguramente habrás juzgado en el otro aquellos aspectos que te recuerdan lo que tu no haces por ti mismo/a.
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