Mucho se ha hablado de la autoestima. Personalmente me gustaría darle un concepto nuevo y no a la palabra en sí, sino a donde quiero apuntar con ella. Entendemos y se dice en muchas ocasiones: “es que tener una buena autoestima es superarse y ser mejor que los demás”.
Superarse a uno/a mismo/a, competir con los demás e incluso competir con uno mismo hace que aparentemente, o por un tiempo, tengamos una buena autoestima. Pero, ¿cuánto tiempo vas a poder mantener esa situación de estar por encima de los demás? ¿Qué precio estás dispuesto a pagar para qué eso continúe en el tiempo?
Mantenemos la creencia que estar por encima de los demás nos da un sentido de identidad superior a otros. Nos hace sentirnos “especiales y diferentes”. De este modo y sin darnos cuenta nos separamos y nos alejamos de los demás y de la verdadera esencia de nosotros mismos. Entonces no encontramos lo que verdaderamente nos une. Si hiciéramos un ejercicio de conocer en el otro lo que nos une y no lo que nos distancia, seguramente apreciaríamos muchas más cosas semejantes en los demás.
Donde se aprecia esta creencia en gran medida es en el deporte, pues es donde estamos acostumbrados a competir. Detrás de la palabra competición se esconden muchísimas comparaciones:
- luchar para adquirir el reconocimiento a través de un trozo de metal, con una forma definida llamada medalla o copa, se le ha dado un significado especial.
- ¿Qué ocurre cuando el equipo perdedor no consigue el trofeo, junto con todas las personas (seguidores) que se han identificado con ese equipo y sus colores? (Seguramente ya estás recordando algún equipo y a sus simpatizantes con lágrimas de tristeza y caras largas).
Mi pregunta es:
- ¿Dónde tienen depositada estos jugadores su autoestima?
- ¿Estaban disfrutando del juego?
- ¿El partido solo era un medio para conseguir un objeto que simbolizaba su autoestima?
- ¿Realmente les gusta hacer deporte?
- ¿Están huyendo del sentimiento de desvalorización queriendo alcanzar el trofeo para no sentirse menos y por debajo del otro equipo?
- ¿Entiendes donde quiero apuntar con todo ello?
Me considero deportista popular (vamos, el que coge la bici de vez en cuando o sale a correr por su ciudad). A mi ritmo. El tiempo que yo decido y es ecológico para mi. Disfruto de mi respiración y de las sensaciones de la actividad, el paisaje por el que voy pasando, poder decir unos buenos días o unas buenas tardes con las personas que me cruzo sin sentir que me fatigo.
Para mí eso es disfrutar haciendo deporte, dentro de mi concepto de AUTOESTIMA. Ya que cuando hago deporte, no salgo a competir con nadie. Ni conmigo mismo. Disfruto sin competir y comparaciones.
Mi deseo para ti es qué disfrutes hagas lo que hagas y en cada actividad que realices. RESPETARSE es la premisa principal para tener AUTOESTIMA, independientemente de los resultados que se obtengan.
“Si te comparas por debajo o por encima de los demás, te estarás identificando con una imagen que habrás hecho de ti mismo/a y no eres tú”.