Fumar es un hábito como cualquier otro, tenemos cientos de hábitos en nuestra vida, muchos de ellos nos ayudan a mejorar en nuestro día a día, el hábito de gestionar el tiempo, el hábito de conducir, el hábito de ducharnos, el hábito de hacer ejercicio, el hábito de cenar o comer a una determinada hora y así la lista de hábitos puede continuar, pero ¿qué ocurre cuando un hábito está tan arraigado en nosotros que no podemos deshacernos de él.